En Academia Argüello sabemos que los espacios también educan. Nuestra infraestructura fue concebida para acompañar y potenciar la experiencia educativa, creando un entorno que favorece el aprendizaje, la convivencia y el desarrollo personal.
El colegio se construyó en un predio de casi tres hectáreas, al noroeste de la ciudad de Córdoba, próximo a la Universidad Blas Pascal. Forma parte de un importante polo educativo, lo que permite que nuestras aulas, patios y espacios comunes se integren de manera natural con el entorno.
Desde su planificación, el proyecto se enfocó en el bienestar de quienes lo habitan. Los edificios de nivel primario y secundario fueron diseñados estratégicamente para aprovechar la luz natural y el contacto con los espacios verdes. Los ambientes se vinculan de forma fluida, generando lugares de encuentro e intercambio que amplían las posibilidades de aprendizaje más allá del aula.
La biblioteca continúa siendo el espacio central y emblemático de nuestra escuela, donde se viven y comparten experiencias y eventos de toda la comunidad. También se destacan las salas especializadas de arte, informática, química, música, teatro, comedor y espacios de uso múltiple amplios y luminosos.
El edificio de nivel inicial cuenta con un patio central acogedor, rodeado por salas adaptadas a cada etapa del crecimiento de los más pequeños, con su propio comedor y sala de usos múltiples.
Como explica el arquitecto Augusto Bravo:
“Cada volumen y cada recorrido del colegio fueron diseñados pensando en cómo se moverán y se relacionarán los estudiantes, docentes y familias. Queríamos que los espacios fueran flexibles, luminosos y abiertos, un reflejo de la filosofía educativa de la institución.”
La infraestructura deportiva y tecnológica también acompaña esta visión, con un playón cubierto, canchas multideportivas y sistemas constructivos que combinan seguridad, funcionalidad y amplitud.
Además de beneficiar a quienes aprenden y trabajan cada día en el colegio, el edificio se ha convertido en un punto de referencia para la comunidad, contribuyendo al desarrollo y la vitalidad del entorno. En definitiva, cada espacio fue pensado para aprender, descubrir y compartir.


