Proyecto Institucional

Nuestra Propuesta Pedagógica Trilingüe entiende la enseñanza como un proyecto pedagógico y una práctica social de intervención intencional cuyo eje constitutivo remite a pensar y resolver cómo se transmiten, comparten y construyen conocimientos y saberes, a la vez que se desarrollan capacidades fundamentales en el aula para favorecer aprendizajes significativos y relevantes en nuestros estudiantes.

Este proyecto responde a la modalidad de Inmersión Parcial Temprana en la lengua inglesa, proceso que comienza en Nivel Inicial avanzando progresivamente en Nivel Primario y Secundario, y apunta a formar alumnos que puedan desenvolverse con facilidad indistintamente en inglés, francés o en español. Se sustenta en la enseñanza del inglés y el francés (a partir del Ciclo Orientado de Nivel Secundario) como lenguas de instrucción, es decir “se usa el idioma para aprender, mientras se aprende a usar el idioma” en los diferentes campos disciplinares.

En relación a ello, entiende el aprendizaje como un proceso complejo de construcción dialéctica entre las estructuras internas de los sujetos (alumnos y docentes) en interacción con el contexto y la cultura. Este proceso genera nuevas construcciones resultantes de la atribución de significados que enriquecen y modifican saberes previos dando lugar a otros cada vez más potentes y explicativos.

Nuestra finalidad es garantizar una educación integral de calidad, que desarrolle todas las dimensiones de la persona y la habilite para desempeñarse responsable y críticamente en una sociedad democrática. No solo mediante la transmisión de saberes y contenidos, sino también mediante la vivencia en la escuela y en el aula de un estilo y una estructura de relaciones pedagógicas y sociales que introduzcan el deseo, la solidaridad, la experiencia compartida, la búsqueda, el contraste, la creación y la iniciativa.

La escuela como transmisora de cultura es un lugar de construcción y recreación permanente que requiere de un trabajo compartido, integrador de experiencias escolares y de saberes, que permiten a los sujetos la construcción de su identidad a partir de generar espacios de encuentro y de intercambio con los otros que conforman la comunidad educativa –docentes y familias– y en los contextos socio-históricos en que habitan, en un marco de derechos, de promoción de la salud, de equidad e igualdad.

Se hace referencia a la educación en sentido amplio, como oferta cultural que brinda elementos simbólicos, que le permite a los sujetos constituirse como protagonistas en una sociedad determinada. Asumir la educación para la salud integral  en la escuela demanda un trabajo orientado a promover aprendizajes en los niveles cognitivo, afectivo y ético.

La institución escolar privilegia para los niños y adolescentes la palabra, la reflexión, promoviendo un pensamiento crítico, ampliando sus posibilidades de decisión y elección de forma autónoma.

La educación en salud integral busca proporcionar herramientas de cuidado, partiendo del reconocimiento pleno del sujeto, de su cuerpo y de sus sentimientos, como base del trabajo pedagógico, generando un espacio de reflexión sobre los modos de vivir, cuidar, disfrutar, vincularse con el otro y respetar el propio cuerpo y el cuerpo de los otros.

Esta propuesta permite compartir problemáticas actuales de los adolescentes y su entorno abordadas desde diferentes asignaturas, a cargo de profesionales externos y docentes de la institución.

A través de los tres Niveles de la institución, se trabaja en la construcción de la convivencia escolar. De manera interdisciplinaria se realiza un abordaje conjunto entre el Equipo Directivo y Docente de cada Nivel y el Departamento de Orientación, con el fin de promover condiciones subjetivas, vinculares y pedagógicas que posibiliten desarrollar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Al instaurar un sistema de convivencia escolar, se acompaña el crecimiento de niños, adolescentes y jóvenes, promoviendo su desarrollo como sujetos de derecho y responsabilidad.

La función socializadora del colegio se manifiesta en las interrelaciones cotidianas para reconocer los acuerdos, las diferencias, las formas de alcanzar el consenso y de aceptar el disenso. Como institución educativa se intenta responder a su cometido de ser formadora de personas comprometidas crítica y activamente con su época y su mundo, permitiendo así el aprendizaje y la práctica de valores, la promoción de la solidaridad, la paz, la justicia, la responsabilidad individual y social. Esto se traduce en las acciones cotidianas que transcurren en el aula, en la actitud comprensiva educadora de los adultos que son los responsables de la formación de los jóvenes, por eso, el desafío de toda institución educativa es convertirse en propulsora de procesos de democratización y participación, esto es una de las demandas más requeridas por la sociedad.

Es así como se piensa las convivencias como una construcción en las relaciones interpersonales, como una interacción intencionada en el ser, pensar, hacer y sentir de las personas, donde están implicadas tanto las subjetividades e intersubjetividades como las condiciones sociales en que se inscribe la construcción convivencial.

Esta práctica social de construcción se expresa en los diversos aspectos que dan vida a la cotidianidad escolar: relaciones, intereses, funciones, roles, convenciones, normas, reglas y rutinas.

Esta propuesta de intervención pedagógica en educación física y vida en la naturaleza intenta mostrar un camino, generando una reflexión y aportando “indicios” que pretendemos desencadenen acciones ligadas a una postura ecológica y de conservación, abriendo al trabajo interdisciplinario y promoviendo un equilibrio en el vínculo “sustentable” del hombre con el medio natural.

En esta interacción, se pretende generar vivencias que desencadenen una toma de conciencia responsable al momento de conocer y disfrutar del medio, con autonomía en el trabajo, donde nuestros alumnos puedan “sentir” y “valorar” el ambiente natural, permitiendo instalar conductas que perduren en el tiempo, en pos de construir un mejor futuro para toda nuestra sociedad.

A través de este proyecto, contribuimos a crear nuevos espacios para compartir e interactuar con la naturaleza, experimentando en ella otras posibilidades de acción en procura del cuidado de algo conocido, donde el amor y respeto son consecuencias del conocimiento de un ambiente explorado, recorrido e internalizado. Se invita entonces a traspasar las fronteras de la escuela, trasladando sus códigos al ambiente, jugando y jerarquizando la vivencia natural como eje fundamental en el proceso de aprender.